Cómo limpiar nuestra piscina
Ahora que se aproxima la época estival, desde Limpieza SM queremos daros algunos consejos para cuando vayáis a limpiar vuestras piscinas. Es un tarea delicada, que hay que hacer con cuidado, y mucho mejor si la realizan profesionales. En Limpieza SM nos ofrecemos para hacer la limpieza no sólo de la piscina en sí, sino también de las instalaciones (aseos, baños, duchas, vestuarios…), además del mantenimiento y tareas de jardinería.
¿Cómo hacer para limpiar nuestra piscina?
El primer paso será identificar el material del que está hecha la piscina, con el objeto de poder aplicar un producto u otro: un error en la elección del producto de limpieza puede provocar tener que reparar nuestra piscina, con el consiguiente coste, o provocar una mancha permanente en el vaso de la piscina.
Por supuesto, también es vital tener mucho cuidado con las medidas de seguridad que hemos de tomar antes de comenzar la limpieza. Desde las gafas de protección para prevenir las salpicaduras, a las mascarillas y guantes apropiados al producto que vayamos a usar, botas, chaquetas y pantalones, hasta gafas y gorras para el sol. Mucho cuidado también con los resbalones para evitar caídas.
En caso de que el agua de la piscina esté en buenas condiciones, sería posible recuperar esta agua, que como sabemos es un bien escaso. Siempre que sea posible, sería conveniente hacerlo así, evitando un consumo innecesario de agua y energía.
Para ello, hay que eliminar la suciedad de las paredes y del fondo de la piscina. Esto se consigue con lo que se llama “dosis de choque de desinfectante”, para eliminar residuos y bacterias. Tras dos días de depurado del agua de la piscina, cepillamos las paredes para que las algas y sedimentos pasen a suspensión en la piscina. Paramos la depuradora al menos 24 horas para que estos sedimentos se depositen en el fondo. Realizado este proceso, pasamos el limpiafondos en vaciado (lo que nos hará perder algo de nivel de la piscina, pero mejoraremos la calidad del agua), con el objeto de eliminar esta suciedad evitando meterla de nuevo en el filtro.
Tras ello, podremos llenar la piscina y realizar el mantenimiento habitual de nuestra piscina.
Sin embargo, también puede suceder que sea imposible recuperar el agua de la piscina porque ésta esté verde, o demasiado turbia y sucia. Esta situación provocará que tengamos que vaciar la piscina completamente. Aunque es una pena tener que desperdiciar el agua, siempre podemos buscar algún uso alternativo, como por ejemplo para el riego de nuestro jardín (sabremos, al estar el agua verde, que no hay productos químicos que puedan deteriorar nuestras plantas).
Si el material del que está hecha la piscina es una piedra porosa, como china con cemento blanco, hay que ser especialmente cuidadosos a la hora de limpiarla. Usar productos agresivos hará que el cemento se disuelva, que la china vaya sobresaliendo y que podamos pincharnos los pies con ellas. Por otro lado, usar una hidrolimpiadora acercando en exceso la boquilla a la superficie del suelo puede provocar “dibujos” difíciles de igualar, o incluso dañar esta superficie de manera irreparable.
Si nuestra piscina es de baldosas de gres, hay también que tener cuidado con las llagas, puesto que son la zona más delicada y sensible.
Como estamos diciendo, es importantísimo saber de qué material está hecha la piscina para evitar dañarla. La elección del producto de limpieza adecuado a ese material es, por lo tanto, vital y nos evitará problemas en el futuro.
Para las piscinas más delicadas, las de lámina armada o poliéster o linner, hay que usar específicamente productos concebidos para tratar dichas superficies.
Como ya hemos dicho, si usamos una hidrolimpiadora, procuraremos no acercar la boquilla en exceso a la superficie para no deteriorar el revestimiento.
Muchas piscinas están recubiertas con gresite. Este material nos da la opción de usar productos más abrasivos como ácido clorhídrico en solución acuosa o lejía o hipoclorito de sodio, aunque siempre siendo cuidadosos con no deteriorar la lechada. Importante también no mezclar nunca estos productos para evitar reacciones químicas peligrosas. También es una opción muy apropiada el uso de hidrolimpiadoras para estas superficies.